La actividad industrial y logística se desarrolla en un entorno cambiante y altamente competitivo, donde resulta esencial conseguir la diferenciación para destacar por encima del resto de las empresas del sector. Esta premisa hace necesario apostar por la innovación y el desarrollo, buscando incrementar la calidad de nuestros productos y servicios. Las nuevas tecnologías son la clave para conseguirlo, ya que permiten modernizar las instalaciones y los procesos. La tecnología móvil y la gran oferta de aplicaciones disponible están suponiendo una diferencia notable en el modo adecuado de gestionar la actividad logística. Si estás pensando en ejecutar un proyecto de nave industrial deberás tener estas premisas en cuenta.
Según un informe realizado por la consultoría inmobiliaria internacional, CBRE, han surgido nuevas tecnologías que deberán tenerse en cuenta a la hora de construir una nave industrial y, sobre todo, para adaptarse a los cambios que tendrán lugar en un futuro próximo. El estudio ha analizado el papel de las tecnologías emergentes, señalando su influencia para las actividades industriales y logísticas.
Entre los datos aportados por dicho informe, desde Tekton queremos destacar que el e-commerce influirá hasta en un 50% en la elección final de la nave para albergar la actividad. Sin embargo, no será el único cambio, el IoT (Internet de las cosas) influirá en un 33% sobre dicha decisión, la entrega rápida lo hará en un 7% y la impresión 3D en un 5%.
Resulta evidente que la innovación afecta a los procesos de fabricación y producción propios del sector industrial. Hoy en día, ya se ha demostrado que las nuevas tecnologías están obligando a las empresas logísticas a adaptarse a los nuevos tiempos. Lo más destacable es que se consiguen reducir los costes, mejorando la calidad final de los productos y servicios y el proceso de atención al cliente. Además, según el informe de CBRE apostar por las nuevas tecnologías mejora la imagen de marca de las compañías en un 4%.
Los beneficios de apostar por la innovación y el desarrollo son obvios: los costes de producción y suministro se reducen en un 22%, mientras que el tiempo de comercialización lo hace en un 58%. Las consecuencias finales son un incremento de las ventas y un aumento notable de las ganancias. Estas tecnologías evolucionan a un ritmo vertiginoso, motivo por el que conviene tenerlas en cuenta a la hora de ejecutar un proyecto de nave industrial.