Sin luz natural, no habría vida. Es la base de todo, y ese papel indispensable en nuestro mundo le otorga por tanto una importancia esencial en el ámbito constructivo y arquitectónico, algo que en Tekton, como especialistas en construcción industrial, sabemos muy bien. Por eso, el uso de la luz natural es para nosotros un factor clave a la hora de diseñar y fabricar estructuras metálicas y cerramientos.
Con el fin de aprovechar al máximo la iluminación natural, y siempre conforme a la Norma Tecnológica de Edificación QLC, en nuestras construcciones usamos tanto placas translúcidas como claraboyas que permiten una magnífica transmisión lumínica, a la vez que ofrececen una excelente resistencia frente a golpes y agentes atmosféricos. Además, al llevar el mismo corrugado y sellado que los paneles metálicos, nuestros translúcidos aseguran un perfecto hermetismo de la cubierta. El color opal (blanco hielo) utilizado en ambas soluciones proporciona una mayor difusión de los rayos solares, evitando así molestias para la visión.
Pero, ¿en qué aspectos pueden ser decisivos los lucernarios en un proyecto de nave industrial? Principalmente, la iluminación natural influye en la carga térmica del edificio construido, ayudando a reducir las aportaciones caloríficas y contribuyendo por tanto al ahorro de energía de refrigeración. Pero no menos importantes son sus efectos psicológicos sobre los trabajadores.
Está demostrado que el estado anímico de un ser humano se ve condicionado por determinados factores como el tiempo atmosférico, las estaciones y las condiciones visuales. En este sentido, y ciñéndonos al ámbito profesional, el contacto visual con el exterior supone para el trabajador un factor emocional clave, capaz de prevenir y curar problemas como la falta de motivación, el sueño o la fatiga. Así, un entorno de trabajo agradable, confortable y ergonómicamente optimizado conducirá a un ahorro indirecto que, a largo plazo, puede incluso ser más relevante que la propia economía energética.
Todas las naves Tekton están diseñadas para aprovechar al máximo la luz natural, pudiendo emplearse si fuera necesario paneles translúcidos dobles con cámara de aire en el interior, así como claraboyas dotadas de mecanismos eléctricos o automáticos que permitan la ventilación o extracción de humos. Todo adaptado a las características y necesidades del proyecto, en función de la actividad que se vaya a desarrollar en la nave.