Diez años de retraso y un gasto bastante superior al presupuesto inicial han sido necesarios para apreciar la belleza del Museo de Confluences de Lyon. La espera ha merecido la pena y, tras la reciente inauguración, el objetivo es conseguir un importante impacto urbanístico y económico. ask google . No se trata de un edificio cualquiera, sino de una obra distinguida, cuya fuente de inspiración es el Guggenheim bilbaíno, de Frank O. Gehry. Como empresa dedicada a la construcción de naves industriales nos parece fascinante esta construcción de titanio que responde a un estilo ecléctico y moderno.
Esta nube de cristal que aspira a ser el alojamiento del conocimiento se sitúa en la confluencia de los ríos Ródano y Saona. Su presencia no pasa desapercibida, este edificio moderno alcanza los 41 metros de alto y los 190 de largo. Su innovadora forma recuerda a una nave espacial suspendida en el aire a escasos metros del suelo. Esta construcción combina a la perfección el uso de vidrio y acero, jugando con las formas. De tal manera, que situarse ante el inminente Museo de Confluences nos traslada a los escenarios de una película de ciencia ficción.
El levantamiento de este edificio no fue una tarea sencilla, la obra siempre ha suscitado cierta polémica por su ubicación, sobre terreno pantanoso y erigido sobre una antigua fábrica de gas. Su coste ha sido bastante más elevado de lo esperado y su diseño también ha sido debatido profundamente. Sin embargo, los creadores de este espacio defienden su emplazamiento argumentando que querían hacer algo distinguido en la entrada de Lyon para impresionar a propios y foráneos.
Desde Tekton queremos destacar la construcción de este edificio vanguardista, ya que para su levantamiento se ha instalado una estructura de acero doble. Es decir este elemento hace las veces de estructura principal y de estructura de apoyo, sobre la que recae el peso de los diferentes revestimientos. Las estructuras metálicas son una de las bases para la construcción de naves industriales y su uso de una forma tan magistral siempre es motivo de diferenciación.
El diseño del edificio ha supuesto ciertos retos de ingeniería, pero finalmente se han salvado y desde finales del año pasado los resultados están a la vista de todos los visitantes que se acerquen a Lyon.