La tecnología BIM (Building Informtaion Modeling) puede traducirse como modelado de información para la edificación, es un recurso realmente innovador para la construcción de edificaciones. Podemos definir este concepto como el uso de software dinámico para crear diseños de edificaciones en tres dimensiones y en tiempo real. Este avance tecnológico permite minimizar el tiempo empleado en el diseño y la construcción de edificios. La información que aporta el uso de esta tecnología hace referencia a la geometría de la construcción, las relaciones espaciales, la información geográfica o la cantidad y propiedades de los componentes de la edificación. La tecnología BIM será un recurso a tener en cuenta en la construcción de naves industriales a corto plazo. Para entender mejor los beneficios de esta técnica, podemos decir que se trata de la recreación de cualquier edificación en tres dimensiones.
El uso de esta tecnología permitirá, entre otras cuestiones, ilustrar el proceso completo de la construcción de un edificio, el mantenimiento de la construcción e, incluso, saber cómo sería el proceso de demolición de la edificación. Según la Directiva sobre la contratación pública de la Unión Europea (EUPPD), todos los estados miembro cuentan con la obligación de promover e instruir la utilización de esta tecnología en la construcción de cualquier edificio que haya sido financiado con fondos de la UE. Aunque estas exigencias no serán efectivas hasta el próximo año, 2016, lo cierto es que algunos países como Reino Unido o Noruega ya requieren el uso del BIM para todos los proyectos ejecutados con recursos públicos.
Desde Tekton queremos hacer hincapié en el hecho de que la tecnología BIM será muy beneficiosa para la construcción de naves industriales, pues permite a la totalidad del equipo de un determinado proyecto ejecutar bocetos de las construcciones en 3D. La principal diferencia entre la tecnología BIM y los actuales planos en dos dimensiones es que los datos del proyecto son más claros para cualquier usuario, resultando coherentes y siendo mucho más precisos. Minimizan el riesgo de posibles errores al introducir cambios en el proyecto y permiten establecer una visión mucho más realista de la edificación final. Esta tecnología hace posible la ejecución de los proyectos de forma más rápida, económica y, además, más sostenible.